Guion y Dibujo: Frank Thorne
Serie de ambientación retro-futurista, protagonizada por una hedonista guerrera y ex-prostituta llamada Ghita, la cual recorre el universo junto a un mago llamado Thenef.
Frank Thorne, dibujante clásico norteamericano, creó la serie Ghita de Alizarr (en 1978) con el fin de resarcirse del control al que se había visto sometido por la editorial Marvel, mientras ilustraba las historietas de Red Sonja.
En 1979, Ghita de Alizarr apareció por primera vez en la revista norteamericana 1984 y, dos años después, la serie se publicó también en la edición española de dicha revista. En 1990, la obra fue recopilada por Toutain en dos álbumes monográficos a color, aunque no se llegó a abarcar la obra al completo.
Serie de ambientación retro-futurista, protagonizada por una hedonista guerrera y ex-prostituta llamada Ghita, la cual recorre el universo junto a un mago llamado Thenef.
Frank Thorne, dibujante clásico norteamericano, creó la serie Ghita de Alizarr (en 1978) con el fin de resarcirse del control al que se había visto sometido por la editorial Marvel, mientras ilustraba las historietas de Red Sonja.
En 1979, Ghita de Alizarr apareció por primera vez en la revista norteamericana 1984 y, dos años después, la serie se publicó también en la edición española de dicha revista. En 1990, la obra fue recopilada por Toutain en dos álbumes monográficos a color, aunque no se llegó a abarcar la obra al completo.

"... Desde abril de 1975, Frank Thorne trabajó para la editorial Atlas Comics, antecesora de Marvel, en series como Tales of Evil, The Cougar, Devilina, Blazing Battle Tales, etc.
En aquellos años, Roy Thomas, guionista y editor, había recuperado para los cómics algunos de los personajes creados por Robert E. Howard, entre ellos Red Sonja (Sonja la Roja), una salvaje guerrera que apareció por vez primera junto a Conan en el n. 23 de Conan the Barbarian.
De Barry Smith fueron los primeros dibujos de Red Sonja, a la que el español Esteban Maroto vistió con el bikini que le dio la imagen definitiva, la que hoy permanece en el recuerdo de los aficionados. Red Sonja, por indicaciones del entonces editor Archie Godwin, fue a caer a los brazos de Frank Thorne, quien sin duda se enamoró del personaje y consiguió que su agresividad y su rudeza no terminasen ocultando su femenina sensualidad. Thorne dibujó doce números para la serie, alcanzando gran popularidad, lo que le llevó a aparecer en muchas jornadas y congresos sobre cómics, acompañado por señoritas disfrazadas como Sonja que hacían las delicias del público adolescente y no tanto. Tras su paso por Marvel, editorial que había presentado sin éxito a numerosas protagonistas superheroicas, Thorne pasó a publicar para Warren y fue en agosto de 1979, en el número 7 de su cabecera 1984, donde se publicaron por vez primera las aventuras de Ghita de Alizarr. Desde entonces la obra de Thorne ha girado en torno a la figura femenina, observada siempre desde una óptica erótica y libidinosa. [...]
Sonja la Roja fue la manifiesta influencia que tuvo Thorne para crear a Ghita de Alizarr, cuyo nombre topográfico incluso la recuerda por la alizarina, el compuesto orgánico utilizado como colorante rojizo especialmente para teñir tejidos. Ante sus enemigos el cabello encendido de Sonja reforzaba la idea de un carácter peligroso.
Ghita de Alizarr fue sin duda trasunto del personaje de Red Sonja, pero a su vez adquirió unos rasgos identificativos propios. Físicamente se presentaba modelada por Thorne con más suavidad, el autor había redondeado sus ojos, sus facciones y sus pechos, había engrosado sus labios y moderado su mirada, pero sobre todo había cambiado su forma de expresarse, porque Ghita no fue una mujer guerrera en busca de venganza como Sonja, marcada por la deshonra desde pequeña. En el caso de Ghita con Thorne como guionista, la historia había comenzado con una desgracia natural, la peste, que acabó con su familia y su pueblo. Ghita se crió en los burdeles y desde muy joven ejerció de prostituta, algo de lo que presume a lo largo del relato. Ghita utilizaba un lenguaje acorde a esa infancia y a esa dedicación, el sexo era parte de su vida y cuando le apetecía, lo expresaba sin tapujos y lo perseguía hasta conseguir disfrutarlo. Este comportamiento sexual explícito acompañado de un lenguaje obsceno sí parece emparentar la serie con el espíritu libertino y permisivo de la época, o al menos, alejarla de la correcta conducta moral de los estereotipados protagonistas de las historias épicas de fantasía heroica." [1].
[1] Cita de Paco Martos, en "Ghita, la diosa ramera de Alizarr", Tebeosfera, segunda época, 9 (17-V-2012).
En aquellos años, Roy Thomas, guionista y editor, había recuperado para los cómics algunos de los personajes creados por Robert E. Howard, entre ellos Red Sonja (Sonja la Roja), una salvaje guerrera que apareció por vez primera junto a Conan en el n. 23 de Conan the Barbarian.
De Barry Smith fueron los primeros dibujos de Red Sonja, a la que el español Esteban Maroto vistió con el bikini que le dio la imagen definitiva, la que hoy permanece en el recuerdo de los aficionados. Red Sonja, por indicaciones del entonces editor Archie Godwin, fue a caer a los brazos de Frank Thorne, quien sin duda se enamoró del personaje y consiguió que su agresividad y su rudeza no terminasen ocultando su femenina sensualidad. Thorne dibujó doce números para la serie, alcanzando gran popularidad, lo que le llevó a aparecer en muchas jornadas y congresos sobre cómics, acompañado por señoritas disfrazadas como Sonja que hacían las delicias del público adolescente y no tanto. Tras su paso por Marvel, editorial que había presentado sin éxito a numerosas protagonistas superheroicas, Thorne pasó a publicar para Warren y fue en agosto de 1979, en el número 7 de su cabecera 1984, donde se publicaron por vez primera las aventuras de Ghita de Alizarr. Desde entonces la obra de Thorne ha girado en torno a la figura femenina, observada siempre desde una óptica erótica y libidinosa. [...]
Sonja la Roja fue la manifiesta influencia que tuvo Thorne para crear a Ghita de Alizarr, cuyo nombre topográfico incluso la recuerda por la alizarina, el compuesto orgánico utilizado como colorante rojizo especialmente para teñir tejidos. Ante sus enemigos el cabello encendido de Sonja reforzaba la idea de un carácter peligroso.
Ghita de Alizarr fue sin duda trasunto del personaje de Red Sonja, pero a su vez adquirió unos rasgos identificativos propios. Físicamente se presentaba modelada por Thorne con más suavidad, el autor había redondeado sus ojos, sus facciones y sus pechos, había engrosado sus labios y moderado su mirada, pero sobre todo había cambiado su forma de expresarse, porque Ghita no fue una mujer guerrera en busca de venganza como Sonja, marcada por la deshonra desde pequeña. En el caso de Ghita con Thorne como guionista, la historia había comenzado con una desgracia natural, la peste, que acabó con su familia y su pueblo. Ghita se crió en los burdeles y desde muy joven ejerció de prostituta, algo de lo que presume a lo largo del relato. Ghita utilizaba un lenguaje acorde a esa infancia y a esa dedicación, el sexo era parte de su vida y cuando le apetecía, lo expresaba sin tapujos y lo perseguía hasta conseguir disfrutarlo. Este comportamiento sexual explícito acompañado de un lenguaje obsceno sí parece emparentar la serie con el espíritu libertino y permisivo de la época, o al menos, alejarla de la correcta conducta moral de los estereotipados protagonistas de las historias épicas de fantasía heroica." [1].
[1] Cita de Paco Martos, en "Ghita, la diosa ramera de Alizarr", Tebeosfera, segunda época, 9 (17-V-2012).








