Guion y Dibujo: Alberto Breccia

Alberto Breccia sobre El Corazón Delator:
"En mi opinión, El corazón delator es una de mis adaptaciones más logradas. Me exigió casi un año de preparación. Un año durante el cual no dejé de pensar en cómo sería la mejor manera de realizarla. Al principio, decidí que la historia podía transcurrir en una tienda porque, al leerla, se nos da la impresión de que el protagonista es el empleado de un comerciante. Poe no es muy claro al respecto y, así, me decidí por la tienda. Después cambié de opinión y opté por el local de un anticuario, pero eso me parecía demasiado a Mort Cinder. Un día fui a teatro a ver una obra de (Arthur) Miller, La muerte de un viajante. El director había sido muy meticuloso, sobre todo al realizar la escenografía. Sobre la escena había construido una casita de dos plantas con un corte transversal, de modo que el espectador pudiera ver todas las habitaciones con su moblaje y demás. Los actores pasaban de una a otra habitación, subían la escalera... Yo estaba tan absorto, fijándome en cada detalle que el director había insertado en el decorado que, al final, no recordaba nada de lo que había sucedido en él. Era incapaz de recordar una sola frase de los actores. Ese tipo me había hipnotizado. Ese decorado tan preciso se había tragado a los personajes. Así que volví a cambiar de opinión y decidí eliminar el decorado de mi historia. El decorado sería el blanco y negro. Tan sólo conservaría los personajes: El asesino, la víctima y la justicia. Un poco al modo de las tragedias griegas, donde los actores actuaban ante un gran telón negro. De haber utilizado un decorado muy elaborado, habría conseguido que se tragara a los personajes mezclándolos con todos los objetos. Todo esto, aunque ahora pueda explicarlo con facilidad, me llevó mucho tiempo. Una vez aclarado este punto, empecé a estudiar los problemas inherentes a la adaptación en sí misma. Acabé eligiendo una solución cinematográfica, o sea un ritmo narrativo propio del cine. ¡Así fue como trabajé en este caso! Normalmente, cuando adapto un texto literario suelo proceder del mismo modo. Elimino todo lo que puede perjudicar al relato, todo lo que pueda distraer al lector". [1].
[1] Alberto Breccia, en conversación con Latino Imparato. Incluida en el libro Tracés, de Vertige Graphic, publicado en Francia en 1993.
"En mi opinión, El corazón delator es una de mis adaptaciones más logradas. Me exigió casi un año de preparación. Un año durante el cual no dejé de pensar en cómo sería la mejor manera de realizarla. Al principio, decidí que la historia podía transcurrir en una tienda porque, al leerla, se nos da la impresión de que el protagonista es el empleado de un comerciante. Poe no es muy claro al respecto y, así, me decidí por la tienda. Después cambié de opinión y opté por el local de un anticuario, pero eso me parecía demasiado a Mort Cinder. Un día fui a teatro a ver una obra de (Arthur) Miller, La muerte de un viajante. El director había sido muy meticuloso, sobre todo al realizar la escenografía. Sobre la escena había construido una casita de dos plantas con un corte transversal, de modo que el espectador pudiera ver todas las habitaciones con su moblaje y demás. Los actores pasaban de una a otra habitación, subían la escalera... Yo estaba tan absorto, fijándome en cada detalle que el director había insertado en el decorado que, al final, no recordaba nada de lo que había sucedido en él. Era incapaz de recordar una sola frase de los actores. Ese tipo me había hipnotizado. Ese decorado tan preciso se había tragado a los personajes. Así que volví a cambiar de opinión y decidí eliminar el decorado de mi historia. El decorado sería el blanco y negro. Tan sólo conservaría los personajes: El asesino, la víctima y la justicia. Un poco al modo de las tragedias griegas, donde los actores actuaban ante un gran telón negro. De haber utilizado un decorado muy elaborado, habría conseguido que se tragara a los personajes mezclándolos con todos los objetos. Todo esto, aunque ahora pueda explicarlo con facilidad, me llevó mucho tiempo. Una vez aclarado este punto, empecé a estudiar los problemas inherentes a la adaptación en sí misma. Acabé eligiendo una solución cinematográfica, o sea un ritmo narrativo propio del cine. ¡Así fue como trabajé en este caso! Normalmente, cuando adapto un texto literario suelo proceder del mismo modo. Elimino todo lo que puede perjudicar al relato, todo lo que pueda distraer al lector". [1].
[1] Alberto Breccia, en conversación con Latino Imparato. Incluida en el libro Tracés, de Vertige Graphic, publicado en Francia en 1993.











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