Todos los grandes recursos narrativos del autor se encuentran recopilados en este volumen: fantasía heroica, ficción especulativa, juegos de horror y todo ello sazonado liberalmente con sexo y humor.
Den Muvovum
Guion y Dibujo: Richard Corben
Den Muvovum Den Muvovum
"Desde la primera secuencia de desarrollo retroactivo, que abre la historia, hasta el final difuminamiento que nos lleva al latifundio, todos los elementos de la creación mística de Corben están aquí: el poderoso cazador masculino, más prepotente que en la realidad, la mujer donadora de vida y portadora de muerte envuelta en éxtasis y horror, las figuras rituales de tradiciones legendarias, los gesticulantes monstruos acechantes desde las profundidades de la tierra y los recónditos escondrijos de la mente, el paisaje desnudo y lunar, al mismo tiempo compañero y enemigo. Y, en torno a todo ello, el espacio ilimitado latiendo con vida, con consciencia, con horror. Es éste un universo anterior al tiempo y más allá de toda experiencia. Un adecuado universo llamado Nuncanada. [...]
El arte de Corben resulta apabullante y tan visceralmente emotivo como sus temas. Trabajando de una manera casi decepcionante por su sencillez y con un estilo sintetizado al máximo, va desde lo literal a lo simbólico, de lo particular a lo visceral. Sus personajes no son simples sombras como las de la caverna de Platón, son cosas reales, esencia convertida en carne. Sus hombres son modelo de virilidad, sus mujeres, refugio de sexualidad, figuras telúricas elementales. La acción es cadenciosa, la tensión se construye sobre otra insoportable tensión anterior y, casi siempre, la solución a todo problema será temporal.
Las composiciones de Corben son piezas llenas de luz y de energía. Sus escenas, espasmos de acción violenta y discontinua, aderezadas con expresionistas explosiones de color. En este detalle recuerda más a Burne Hogarth que a ningún otro artista del comic. Pero en sus detalladas concesiones a lo surreal y demoníaco, llega mucho más allá, a las ilustraciones de El Libro de los Muertos, al Jardín de las Delicias (y de los Terrores) de Hieronymus Bosch, a las visiones del infierno de William Blake.
No obstante nos encontramos, según la opinión mayoritaria, ante un relato fantástico y, sin embargo, la fantasía es una categoría fácil, a menudo refugio de los faltos de imaginación, temerosos de la lógica y de la verdad. No es éste el caso de Corben. Su mundo tiene la lógica de toda visión semi-olvidada, la verdad de todo sueño colectivo apenas recordado. Tal y como sucede en las historias de Lovecraft, sus demonios son demasiado reales y la luz de la razón no puede exorcizarlos.
Esta es la tierra del terror humano pre-mental y pre-lógico. Y si el sueño de la razón puede crear monstruos, también puede crear los héroes necesarios para matarlos. Sin embargo, allí donde hay terror debe de haber, en igual medida, humor y Corben sabe perfectamente esto. [...]
Esta resulta una lección que deberíamos tener aprendida desde las primeras historias de Corben hasta esta misma. Todos los grandes recursos narrativos del autor se encuentran recopilados en este volumen: fantasía heroica, ficción especulativa, juegos de horror y todo ello sazonado liberalmente con sexo y humor. Bajo este punto de vista, así como por el poderío de sus imágenes, se puede decir que éste es el Corben quintaesencial." [1].

[1] Prólogo de Maurice Horn, en "Den II: Muvovum", Toutain Editor, 1984, págs. 5-6-7-8.

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