Barry Windsor-Smith, 25-V-1949, Forest Gate, Gran Londres, Inglaterra








"Barry Windsor-Smith nació en el East End londinense en 1949. Dicho barrio es de los más populares de Londres y está dotado de una peculiaridad e idiosincrasia que sin lugar a dudas dejaron su impronta en el joven y temperamental artista.
Tras haber finalizado sus estudios de arte y con solo diecinueve años de edad, Barry Smith marchó de su Londres natal a New York con un solo propósito: ganarse la vida como dibujante de comics en la misma compañía en la que realizaba sus trabajos su autor favorito, Jack Kirby. Esta compañía no era otra que Marvel Comics, la cual a finales de los sesenta ya se había forjado un sólido prestigio como empresa innovadora dentro del ámbito del comic-book. (...)
Su primer trabajo para esta compañía fue el número 53 americano de La Patrulla-X, donde tuvo ocasión de trabajar por primera vez junto a Roy Thomas, el joven editor adjunto de Stan Lee con el que posteriormente realizaría la mayor parte de los trabajos de esta su primera época. Tras su colaboración en La Patrulla-X, dibujaría tres números de Daredevil y dos de Los Vengadores durante el año 1969. En estos primeros trabajos se aprecian influencias de Jack Kirby en el dibujo de Barry, pero a medida que va avanzando en su carrera profesional, esta influencia dejará paso a una corriente de inspiración basada en el Art Nouveau francés y sobre todo en la obra del gran ilustrador de ascendencia eslava Alphonse Mucha.
Por ese tiempo Roy Thomas estaba estudiando diversas posibilidades de adaptar al comic una obra de espada y brujería. Tras estudiar varias opciones, finalmente se optó por el personaje de Robert E. Howard: Conan de Cimmeria. La colección sería dibujada por un joven Barry Smith cuyo arte estaba evolucionando rápidamente hacia la excelencia. El resultado de la colaboración entre Roy Thomas y Barry Smith en Conan produjo una serie de consecuencias sorprendentes a primera vista. Roy, en lugar de adaptar fielmente los textos de Howard, se dedicó a extraer buena parte de la fuerza y el salvajismo de los mismos, concentrándose en los elementos mágicos y poéticos; asimismo procedió a incluir y encuadrar entre los relatos de Howard historias y personajes de otros ciclos de fantasía heroica, tales como Elric de Melniboné de Michael Moorcock. Con estos elementos dio la base que necesitaba Barry para plasmar el peculiar y juvenil bárbaro que todos conocemos.
A lo largo de dos años y medio (1970-1973), el dibujo de Barry fue evolucionando. Incluyendo, aparte de los elementos del Art Nouveau antes citados, influencias de un movimiento inglés de mediados del siglo pasado, los llamados pre-rafaelistas, cuya principal preocupación fue simplificar y purificar el arte. El resultado de todas estas influencias, el creciente dominio de la composición de las viñetas y el dibujo de la anatomía humana, impregnó al dibujo de Barry de un aura especial, presentándonos una Era Hiboria repleta de torres de delicada estructura, hermosos jardines y espléndidos palacios cuajados de primorosos mosaicos. Por otra parte, las técnicas para narrar gráficamente las historias consiguiendo efectos casi cinematográficos ganaron para Conan The Barbarian un lugar especial dentro de la historia de comic. Como consecuencia de todo ello la colección fue premiada en 1971 y 1972 por la ACBA como el mejor comic-book del momento y en 1972 Barry era nombrado el mejor artista del año. (...)
Pero en 1974, Barry abandonó Marvel a causa de unos problemas surgidos a raíz de una serie de discusiones con los editores de la empresa acerca de los derechos de autor. Barry es un hombre de decisiones terminantes y no solo abandonaría Marvel, sino que además dejaría, al menos temporalmente, el mundo del comic. Dejó New York y se volvió a instalar en Londres, donde fundaría una pequeña compañía de ilustración, Gorblimey Press.
Durante la segunda mitad de la década de los años setenta. Barry centró sus actividades en el campo de la ilustración, editando portafolios y grabados o realizando trabajos como portadas de discos. Este tipo de actividades exigía que sus dibujos fuesen cada vez más elaborados, necesitando muchas veces meses para su total realización. Para poder trabajar en una atmósfera adecuada, Barry se asoció con otros tres ex-profesionales del mundo del comic. Bernie Wrightson, Jeff Jones y Mike Kaluta, con los que compartiría un estudio. Esta situación se prolongaría durante bastantes años pero, finalmente, a principio de los años ochenta Barry volvió a colaborar ocasionalmente en revistas de comic como Start Reach y Pathways of Fantasy. Finalmente, Barry volvió a Marvel por la puerta grande, al magazine Epic Illustrated, donde Archie Goodwin publicaba a principios de los ochenta lo mejorcito del comic americano. (...)" [1].
[1] Cita de Roque González, en Fanzine "Studio - Monográfico Barry Windsor-Smith", núm. 1, Segunda Edición, Camaleón Ediciones, 1993, págs. 3-4.
Tras haber finalizado sus estudios de arte y con solo diecinueve años de edad, Barry Smith marchó de su Londres natal a New York con un solo propósito: ganarse la vida como dibujante de comics en la misma compañía en la que realizaba sus trabajos su autor favorito, Jack Kirby. Esta compañía no era otra que Marvel Comics, la cual a finales de los sesenta ya se había forjado un sólido prestigio como empresa innovadora dentro del ámbito del comic-book. (...)
Su primer trabajo para esta compañía fue el número 53 americano de La Patrulla-X, donde tuvo ocasión de trabajar por primera vez junto a Roy Thomas, el joven editor adjunto de Stan Lee con el que posteriormente realizaría la mayor parte de los trabajos de esta su primera época. Tras su colaboración en La Patrulla-X, dibujaría tres números de Daredevil y dos de Los Vengadores durante el año 1969. En estos primeros trabajos se aprecian influencias de Jack Kirby en el dibujo de Barry, pero a medida que va avanzando en su carrera profesional, esta influencia dejará paso a una corriente de inspiración basada en el Art Nouveau francés y sobre todo en la obra del gran ilustrador de ascendencia eslava Alphonse Mucha.
Por ese tiempo Roy Thomas estaba estudiando diversas posibilidades de adaptar al comic una obra de espada y brujería. Tras estudiar varias opciones, finalmente se optó por el personaje de Robert E. Howard: Conan de Cimmeria. La colección sería dibujada por un joven Barry Smith cuyo arte estaba evolucionando rápidamente hacia la excelencia. El resultado de la colaboración entre Roy Thomas y Barry Smith en Conan produjo una serie de consecuencias sorprendentes a primera vista. Roy, en lugar de adaptar fielmente los textos de Howard, se dedicó a extraer buena parte de la fuerza y el salvajismo de los mismos, concentrándose en los elementos mágicos y poéticos; asimismo procedió a incluir y encuadrar entre los relatos de Howard historias y personajes de otros ciclos de fantasía heroica, tales como Elric de Melniboné de Michael Moorcock. Con estos elementos dio la base que necesitaba Barry para plasmar el peculiar y juvenil bárbaro que todos conocemos.
A lo largo de dos años y medio (1970-1973), el dibujo de Barry fue evolucionando. Incluyendo, aparte de los elementos del Art Nouveau antes citados, influencias de un movimiento inglés de mediados del siglo pasado, los llamados pre-rafaelistas, cuya principal preocupación fue simplificar y purificar el arte. El resultado de todas estas influencias, el creciente dominio de la composición de las viñetas y el dibujo de la anatomía humana, impregnó al dibujo de Barry de un aura especial, presentándonos una Era Hiboria repleta de torres de delicada estructura, hermosos jardines y espléndidos palacios cuajados de primorosos mosaicos. Por otra parte, las técnicas para narrar gráficamente las historias consiguiendo efectos casi cinematográficos ganaron para Conan The Barbarian un lugar especial dentro de la historia de comic. Como consecuencia de todo ello la colección fue premiada en 1971 y 1972 por la ACBA como el mejor comic-book del momento y en 1972 Barry era nombrado el mejor artista del año. (...)
Pero en 1974, Barry abandonó Marvel a causa de unos problemas surgidos a raíz de una serie de discusiones con los editores de la empresa acerca de los derechos de autor. Barry es un hombre de decisiones terminantes y no solo abandonaría Marvel, sino que además dejaría, al menos temporalmente, el mundo del comic. Dejó New York y se volvió a instalar en Londres, donde fundaría una pequeña compañía de ilustración, Gorblimey Press.
Durante la segunda mitad de la década de los años setenta. Barry centró sus actividades en el campo de la ilustración, editando portafolios y grabados o realizando trabajos como portadas de discos. Este tipo de actividades exigía que sus dibujos fuesen cada vez más elaborados, necesitando muchas veces meses para su total realización. Para poder trabajar en una atmósfera adecuada, Barry se asoció con otros tres ex-profesionales del mundo del comic. Bernie Wrightson, Jeff Jones y Mike Kaluta, con los que compartiría un estudio. Esta situación se prolongaría durante bastantes años pero, finalmente, a principio de los años ochenta Barry volvió a colaborar ocasionalmente en revistas de comic como Start Reach y Pathways of Fantasy. Finalmente, Barry volvió a Marvel por la puerta grande, al magazine Epic Illustrated, donde Archie Goodwin publicaba a principios de los ochenta lo mejorcito del comic americano. (...)" [1].
[1] Cita de Roque González, en Fanzine "Studio - Monográfico Barry Windsor-Smith", núm. 1, Segunda Edición, Camaleón Ediciones, 1993, págs. 3-4.







