Koolau el Leproso (1979-1980), es una adaptación libre de Jack London realizada por Carlos Giménez, que apareció por primera vez en tres números de Totem causando sensación en los lectores por sus diseños de página.
Carlos Gimenez Koolau
Guion y Dibujo: Carlos Giménez
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Koolau el Leproso (1979-1980), es una adaptación libre de Jack London realizada por Carlos Giménez, que apareció por primera vez en tres números de Totem causando sensación en los lectores por sus diseños de página, su representación de la violencia y su alegato por la resistencia solidaria contra el imperialismo en una época aún marcada por la descolonización.
"... Antes de la adaptación de este relato de London, Gimémez trabajó bastante tiempo en la novela de Brian Aldiss «En el lento morir de la tierra», cuyo resultado final fue el inolvidable «Hom». Existe bastante paralelismo entre «Hom» y «Koolau».
En «Hom», un hombre abandonaba su poblado, se autoexiliaba, por no soportar las injustas condiciones sociales a las que él y su tribu se veían sometidos. La huida era la salida fácil pero la solución falsa. Durante su viaje aprenderá que un hombre solo no suma nada, no puede nada contra un poder superior a sus propias fuerzas. Sólo al final sabrá que la fuerza está en la suma de muchas voluntades y regresará a los suyos con la conciencia clara, algo vencedor pero no definitivamente porque las amenazas están próximas y el enemigo no es uno solo.
«Koolau el leproso» es la misma historia invirtiendo los términos. Se inicia justo donde «Hom» acaba. Entre los dos, forman un círculo donde la esperanza y la desesperanza se alternan. La aventura de Koolau se inicia cuando éste exhorta a los suyos para que conserven la unidad y para que, uniendo sus escasas fuerzas, opongan resistencias al invasor. El leproso sabe que tiene algo valioso que conservar: la libertad, el derecho a vivir en paz y la conservación de sus propias tierras. Pero la lucha es desigual y Koolau no tarda en encontrarse solo. Repudiado y acusado por su propio pueblo ya sólo insiste en su derecho a vivir libre. Acaba su lucha en solitario y su final tiene un doble significado, pues es al mismo tiempo vencedor y vencido. Muere libre en su tierra, pero en la tierra que los hombres blancos no consideran útil o rentable. [...]
La economía de medios que emplea es el resultado de años de trabajo. Posee una capacidad asombrosa para definir un personaje en un par de viñetas, para darle sentido a una situación determinada en el breve espacio de una página. Y sobre todo para crear un ambiente y una atmósfera que casi podrían cobrar vida por sí misma. La ausencia de tonos intermedios entre el blanco y el negro nos devuelve un poco a los grandes maestro americanos de los años 50, pero, a mi modo de ver, ninguno de ellos supo contar tanto en tan breve espacio. Estamos lejos de las grandes parrafadas, a años de distancia de aquellas viñetas que necesitaban ser explicadas para que resultaran comprensibles. Con Giménez (como con Hugo Pratt) nos encontramos ante una técnica simplista y eficaz, que es capaz de hacer de una historia un momento particularmente vivo, capaz de hacer de unos personajes unos seres creíbles como para imponer, a quien quiere y pueda sentirlo así, sus presencias físicas." [1].

[1] Cita de Manuel G. Quintana, en "Koolau el Leproso", Ediciones De La Torre, "Colección Papel Vivo ", Núm. 16, 1980.

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