Guion: Frank Miller / Dibujo: David Mazzucchelli
"Daredevil born again (que traducido significa «El renacer de Daredevil») es el resultado del retorno de Frank Miller a la serie en 1986. Miller había producido algunas de sus obras más tempranas para Marvel con Daredevil, y su valía como escritor y artista desde 1981 hasta 1983 quedó demostrado en la calidad y la popularidad que consiguió una serie que durante la década de 1970 no encontró la consistencia y dirección adecuadas. Miller introduce a Elektra como un nuevo personaje importante, reinventa a Bullseye como antagonista principal, y recluta a Kingpin (de Spiderman) para convertirlo en el archienemigo de Daredevil. Con estos cambios, Miller devolvía a Daredevil sus raíces como superhéroe neoyorquino con el sello del cine negro, es decir, lo aproximaba a Batman. Este podía ser una criatura de la noche, pero Daredevil vive en la oscuridad, ciego desde su juventud a causa de un accidente.
Daredevil born again es la primera de las parábolas a gran escala de Miller enfrentadas al lado oscuro del sueño americano. El auténtico protagonista de la historia no es Daredevil, sino su álter ego, el abogado Matt Murdock. Miller by Mazzuccheli narran los esfuerzos de Kingpin para librarse de la amenaza de Daredevil destruyendo, no matando, a Murdock. El complot de Kingpin forma parte de una iniciativa que busca legitimar su imperio criminal.
La descripción de la vida doméstica de Murdock es presentada con una sensación de permanente amenaza. Las secuencias culminantes se despliegan en sorprendentes perspectivas fracturadas que introducen al lector violentamente en la acción sin proporcionar una comprensión total de la conclusión narrativa. El lector es un personaje más en la acción, no un observador." [1].
[1] Cita de Richard Reynolds, en "1001 Cómics que hay que leer antes de morir", Grijalbo, 2012, pág. 501.
Daredevil born again es la primera de las parábolas a gran escala de Miller enfrentadas al lado oscuro del sueño americano. El auténtico protagonista de la historia no es Daredevil, sino su álter ego, el abogado Matt Murdock. Miller by Mazzuccheli narran los esfuerzos de Kingpin para librarse de la amenaza de Daredevil destruyendo, no matando, a Murdock. El complot de Kingpin forma parte de una iniciativa que busca legitimar su imperio criminal.
La descripción de la vida doméstica de Murdock es presentada con una sensación de permanente amenaza. Las secuencias culminantes se despliegan en sorprendentes perspectivas fracturadas que introducen al lector violentamente en la acción sin proporcionar una comprensión total de la conclusión narrativa. El lector es un personaje más en la acción, no un observador." [1].
[1] Cita de Richard Reynolds, en "1001 Cómics que hay que leer antes de morir", Grijalbo, 2012, pág. 501.
"Frank Miller logró lo que parecía imposible con esta obra; llevar a cabo ese cambio radical, cuando la gente no lo esperaba. Después de años de guionizar y dibujar Daredevil, hasta combertirlo en un referente del cómic moderno, Miller abandonó la colección. Resultaba casi impensable que años después de abandonar al personaje, Miller tuviera algo más qué decir. Algo interesante, claro. Pues bien, no solo volvió, sino que acabó realizando una obra maestra en esta nueva etapa. Al adentrarse en el corazón del héroe y en sus motivaciones, redefinió el cómic de superhéroes de una manera que parecía imposible. A partir de Born Again nada volvería a ser lo mismo. Tenemos que remontarnos a los tiempos de Stan Lee y Jack Kirby para encontrarnos con una revolución similar.
David Mazzucchelli tampoco lo tenía fácil. Con un grafismo inmerso en los estándares del género fue capaz de captar las más finas sutilezas del intenso guión de Miller, al tiempo que reflejó como nadie la fuerza dramática del clímax de la obra. La versatilidad de su estilo fue tal que su manera de abordar la narrativa de Born Again abrió las puertas de nuevas maneras de entender el cómic que en breve desembocarían en lo que hoy conocemos como novela gráfica." [2].
[2] Cita de Alejandro M.Viturtia, en "Marvel de Luxe, Daredevil: Born Again", Panini Comics, 2010, pág. 5.
David Mazzucchelli tampoco lo tenía fácil. Con un grafismo inmerso en los estándares del género fue capaz de captar las más finas sutilezas del intenso guión de Miller, al tiempo que reflejó como nadie la fuerza dramática del clímax de la obra. La versatilidad de su estilo fue tal que su manera de abordar la narrativa de Born Again abrió las puertas de nuevas maneras de entender el cómic que en breve desembocarían en lo que hoy conocemos como novela gráfica." [2].
[2] Cita de Alejandro M.Viturtia, en "Marvel de Luxe, Daredevil: Born Again", Panini Comics, 2010, pág. 5.
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